En el corazón de la “Langa vieja”, dentro del poblado de Barolo, se encuentra la segunda bodega más antigua de la región, fundada en 1875. La familia Camerano lleva produciendo vinos clásicos de Piemonte por 5 generaciones usando uvas exclusivamente de sus 9 hectáreas de viñedos, de las cuales 6.5 tienen Nebbiolo plantado.

El rendimiento de los viñedos es extremadamente bajo, pero producen fruta de una complejidad impresionante. Sus Barolos pasan de 10 a 15 días macerándose. Después de la fermentación se añejan en barricas viejas de 250, 300, y 500 litros. Nunca ven roble nuevo. Además de ser una región con muchísima tradición, la cultura y la historia de los Camerano es palpable en su bodega y sus vinos, en donde las cosas se hacen como se han hecho por generaciones; se sabe que si se respetan los procesos naturales para hacer Barolo, rey de los vinos italianos, el terruño de la región brillará por sí solo.