El patriarca de Mongarda, Bruno Tormena, comenzó en los viñedos cuando era joven, trabajando junto a su abuelo en los viñedos de la familia en el pueblo de Mongarda. En 1978, cuando Bruno decidió dedicarse a la elaboración del vino, nombró a su patrimonio como el pueblo donde comenzó todo. El hijo de Bruno, Martino, se hizo cargo en 2011. Desde entonces, Martino, un graduado de la escuela de enología en Conegliano, ha elevado continuamente el compromiso de su familia con la tierra y la calidad de sus vinos.

Ubicada en el corazón de la zona de Valdobbiadene-Conegliano Prosecco Superiore, la finca de Mongarda abarca 3 hectáreas de bosques y 10 hectáreas de viñas, a través de los pueblos de Col San Martino, Farra di Soligo, Miane y Valdobbiadene. Los viñedos son sorprendentes: laderas espectaculares, cubiertas de viñas viejas (que datan de la década de 1950), sobre suelos rocosos pobres en nutrientes. Estas condiciones son directamente responsables de producir los llamativos Proseccos que definen a Mongarda. De acuerdo con las prácticas regionales, la variedad dominante plantada es Glera. Sin embargo, en un guiño a la tradición, la familia Tormena también ha preservado variedades autóctonas locales de Perera, Verdiso, Bianchetta y Boschera.

La intervención es mínima en los viñedos y en la bodega, donde la reverencia por la naturaleza y la tradición reinan.